Elogios a Henrique Flórez
Edición digital de los elogios números XIX, XX y XXI incluidos en el volumen Noticias de la vida y escritos del Rmo. P. Mro. Fr. Henrique Flórez,
compuesto por su ayudante Francisco Méndez y publicado en 1780 en Madrid, en la imprenta de Pablo Marín. Estos poemas, que aparecen atribuidos a «una Ilustre Señora Religiosa»,
se adjudican a Nicolasa de Helguero en la Biblioteca Cisterciense Española de Roberto Muñiz.
Transcribimos los cuatro poemas a partir de la digitalización disponible en
Galiciana, Biblioteca Dixital de Galicia.
Elogios a Henrique Flórez. Edición digital.
Elogios
Helguero y Alvarado
María Nicolasa
1719-1805
Méndez
Francisco
editor
Primera versión - 11 de junio de 2021
Cano García
Iñaki
editor
Martos Pérez
María Dolores
supervisora
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
Madrid - Berlín
Fecha de codificación: junio de 2021
Released under a Creative Commons BY-NC-SA License
Transcripción realizada sobre el ejemplar
http://biblioteca.galiciana.gal/es/consulta/registro.do?id=6258
Vigo, Biblioteca de la Fundación Penzol (Casa Galega da Cultura) — Signatura: 37
Noticias de la vida y escritos del Rmo. P. Mro. Fr. Henrique Florez ... : con una relación individual de los Viages que hizo á las Provincias y Ciudades mas principales de España
Méndez
Francisco
fray
[6], 373 p., 2 f. de grav. : il. ; 4§ (21 cm)
Marín
Pedro
Madrid
1780
Esta edición y las asociadas a ella integran una publicación
digital en GitHubuna publicación
digital en GitHub que recoge la producción literaria de Nicolasa de Helguero
y Alvarado, además de referencia sobre la autora y su contexto de producción.
Únicamente se codifican los elogios núm. XIX, XX y XXI (págs. 306-312).
La codificación refleja las variantes ortográficas originales y su regularización, de acuerdo a
los criterios explicitados en
y a los criterios editoriales generales del Proyecto Bieses
https://www.bieses.net/wp-content/uploads/2014/12/criterios_edici%c3%b3n.pdf.
Se mantienen las mayúsculas originales del texto, así como los usos sintácticos (leísmo, laísmo) que pueden corresponder tanto al estado
de lengua como a las preferencias de la autora o los impresores.
No se codifican las intervenciones en la puntuación.
Se recomponen las palabras cortadas por guion en la línea o verso precedente.
NUMERONÚMERO XIX.
Al Rmo.Reverendísimo P.Padre
Mro.Maestro
FlorezFlórez.
EPITAPHIOEPITAFIO.
(*)(*)
Yace en el centro de esta Tumba friafría
Un rasgo de la pluma de Augustino,
De la Historia el AthlanteAtlante peregrino
Y Honor de la Española MonarquiaMonarquía.
Llo-
Apend. N. XIX. Elogios
307
Llore la Complutense AcademiaAcademía
Las cenizas de un hijo tan divino.
No giman ya las Prensas: su destino
Giman las BibliothecasBibliotecas
àa
porfiaporfía.
Inexorable
LaquesisLáquesis no espera
El feliz complemento deseado
De una España Sagrada que venera
El Orbe Literario por dechado.
¿Quién podrá resistirla, si sevérasevera
Corta tambientambién el hilo
àa lo Sagrado?
(*)(*) Compuesto por una
Ilustre Señora Religiosa, muy
apasionada del Rmo.Reverendísimo
FlorezFlórez, cuya humildad no nos ha permitido
por ningunningún ruego que los Elogios XIX. XX. y XXII.
que ha compuesto àa la memoria de aquel Sabio, se publiquen
en su nombre; pero no podrá impedir su Autora que
manifieste yo el alto concepto que de sus prendas y lustroso
nacimiento teniatenía formado el
Ilmo.Ilustrísimo Señor
FeyjooFeijoo, el
qualcual
hablando con dicha Señora dice:
Que un excelente nacimiento
influye ordinariamente en una excelente
educacioneducación: y que desde
que estuvo presente en LeonLeón
àa mis ojos, quedó para siempre
presente en mi memoria para tributar la
veneracionveneración que debo al
admirable conjunto de tantas bellas
qualidadescualidades. =
En orden
àa
las Liras me ratifico en lo dicho, pues en ellas veo que si
V.Vuestra S.Señoría
por-
por el color nativo y por el del
habitohábito iguala al cisne en la
blancura, le excede en la
melodiamelodía. [Carta original del
Ilmo.Ilustrísimo
FeyjooFeijoo, escrita
àa la enunciada
Señora, firmada en
Oviedo
àa 26. de Febrero de 1749.]
En esquela original de dicho
Ilmo.Ilustrísimo
escrita al Señor
Don Luis GarciaGarcía Mañero, Doctoral de
Oviedo, y Arzobispo
que murió de Zaragoza le dice: Muy Señor
miomío: la
CancionCanción
compuesta por mi Señora Doña N. de N. que
V.Vuestra
S.Señoría se sirvió
de remitirme, es muy energicaenérgica, dulce,
patheticapatética y natural,
y es lo mismo que decir que tiene todas las perfecciones
que pide el asunto. [He puesto el juicio que este
Ilmo.Ilustrísimo
teniatenía
formado de esta Señora y de su ciencia
poeticapoética, para
que sirva de apoyo àa los elogios que del
Mro.Maestro
FlorezFlórez ha
compuesto; pues no gustando que se declare su nombre,
tenga àa lo menos el público esta noticia para que les
dé el valor que corresponde.]
NUMERONÚMERO XX.
ROMANCE.
Sabio
FLOREZFLÓREZ generoso
que àa nuestra España enriqueces;
hijo del Grande Augustino,
rasgo sutílsutil de su mente;
honor de nuestra Castilla,
V2
à
308
Apend. N. XX. Elogios
àa quien tu cuna ennoblece
y, fecunda Madre tuya,
gozosa rejuvenece;
en títi, docto Religioso,
su mayor thesorotesoro tiene,
pues solo con tus talentos
todas las ciencias adquiere.
La leal Ciudad de Burgos
alce la nevada frente,
mire la cercana Patria
en que naciste àa ser
PhenixFénix.
El Tormes que
diódio sus Palmas
àa tus primeras niñeces,
de tus triumphostriunfos literarios
corra àa informar
eloquenteelocuente.
De la pacificapacífica Oliva
que en el Henares florece
te dedicaron corona
los ingenios Complutenses.
Manzanares adornado
de Lirios y de Laureles,
de haverhaber besado tus plantas
ufano se ensorberbece.
El Betis que en sus EliseosElíseos
tuvo la dicha de verte,
en obsequio àa tus recuerdos
el nombre dejodejó de Lete.
Hasta el DanuvioDanubio, que undoso
privilegio de Mar tiene,
con los corales Austriacos
vano, tus obras guarnece.
Nuestras Reales HeroinasHeroínas
elogiadas dignamente,
por tus Libros eruditos
se coronaron dos veces.
Li-
Apend. N. XX. Elogios
309
Liberal Naturaleza
con placidoplácido rostro atiende
àa perpetuar sus prodigios
en tu docto Gabinete.
La AntiguedadAntigüedad venerable
en Monedas aparece,
adornada de noticias
que àa tus desvelos se deben.
En estudiosas tareas
viviste ocupado siempre,
introduciendo àa los Siglos
en los instantes presentes.
Faltaste de nuestra vista,
mas no quedamos ausentes;
pues en tus doctos escritos
tu espirituespíritu permanece.
Dulce sea tu memoria,
que el dorado Tajo lleve
desde el Campo Carpetano
àa los Atrios
AtheniensesAtenienses.
Canten los sonoros Cisnes
suave, tierna y diestramente:
no se dé lugar al llanto
en fin que no ha sido muerte.
Canten: y los dulces picos
aparten de los Cipreses:
corten las hojas triunfantes
con que àa tu sepulcro cerquen.
Del Ebro canoras Liras
para elogiarte se templen,
y àa darte cultos unidas
sus consonancias aumenten.
Madrid, MemphisMenfis
masmás gloriosa
del Sol, por quien resplandece
en grabarte el epitaphioepitafio
V3
à
310
Apend. N. XX. Elogios
àa sus
numenesnúmenes emplee.
El Regio Gallo de Francia
que en Bayona cantó alegre,
al mirarte peregrino
triplicotriplicó la voz valiente.
Del ostentoso plumageplumaje
que àa las Naciones se extiende,
las sutiles plumas corte
que àa tu
Minerva celebren.
La valerosa Cantabria
(que al mismo Augusto estremece)
para eregirteerigirte Obelisco
todos sus montes desprende.
A guardar àa tus cenizas
se postra el LeonLeón rugiente
que en ti venera àa la
España
que con sus garras defiende.
En dos elevadas Palmas
que en su Real JardinJardín te ofrece,
tu nombre se fije, HENRICO,
tu fama se reverencie.
SONETO.
No consiguió la muerte rigurosa
cortar de
Henrico la preciosa vida,
que si
Henrico murió, fue de la herida
que ejecutó la mano Poderosa.
Penetró al corazoncorazón flecha amorosa,
por soberano impulso dirigida,
y àa
divisiondivisión tan dulce agradecida
el alma, hizo àa la muerte venturosa.
Esta ley para todos tan severa
suavizó Henrico con feliz memoria,
pues
àa elevarla àa la Celeste
EspheraEsfera
su-
Apend. N. XXI. Elogios
311
subiasubía por la escala de la Historia:
y asiasí el dichoso fin de la carrera
todas sus Obras coronó de gloria.
312
Apend. N. XXII. Elogios
NUMERONÚMERO XXII.
OCTAVAS.
Detente, inadvertido caminante:
Aparta el pie, no pises esa losa
Que cubre àa
Henrico, que murió de amante
—Benigna enfermedad, muerte gloriosa—.
De tu animoso espirituespíritu gigante
Ceniza es ya la caja prodigiosa:
Se fue el alma que en vuelo peregrino
Siguió veloz al
PhenixFénix Augustino.
AquiAquí yace el
VaronVarón que buscó un Sabio
Con antorcha brillante al Medio-diaMediodía;
Aquel que en la dulzura de su labio
Formaba la prisionprisión sin tiranía;
Aquel que cautivaba sin agravio
Almas que allá Alcides
atrahíaatraía:
Aquel que todo sal y luces bellas
En su Palma feliz enlaza estrellas.
AquiAquí yace la Oliva de la
España,
Cuya fecundidad fue nuestra gloria:
Sin su sombra el dolor nos acompaña
Y de luto se cubre la memoria.
Cruel la muerte con fatal guadaña
Cortó la vida que él la diódio
àa la Historia:
Leve sea la tierra àa su ceniza,
Pues por docto y humilde se eterniza.